La compra de gasolina es un gasto común para muchas empresas y contribuyentes en México. Por esta razón, es importante conocer si es posible deducir la compra de gasolina y cómo hacerlo de manera adecuada.
¿Puedo deducir la compra de gasolina?
¿Qué dice la ley sobre la deducción de gastos?
En primer lugar, es importante destacar que la deducción de gastos en México está regulada por la Ley del Impuesto Sobre la Renta (ISR) y por la Ley del Impuesto al Valor Agregado (IVA). De acuerdo con la legislación vigente, los gastos que sean indispensables para la actividad económica del contribuyente son deducibles de impuestos.
En este sentido, la compra de gasolina puede ser considerada como un gasto indispensable para algunas actividades económicas. Por ejemplo, si una empresa se dedica al transporte de mercancías o de personas, la compra de gasolina sería un gasto necesario para llevar a cabo su actividad económica. En este caso, la empresa podría deducir la compra de gasolina en su declaración de impuestos.

Por otro lado, si un contribuyente utiliza su vehículo personal para actividades económicas, también podría deducir la compra de gasolina. Sin embargo, es importante que el uso del vehículo para actividades económicas sea mayor al 50% de su uso total, de lo contrario, el gasto de gasolina no sería deducible.
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¿Es posible deducir la compra de gasolina?
Es importante mencionar que, para deducir la compra de gasolina, es necesario contar con comprobantes fiscales que acrediten el gasto. En este caso, se pueden utilizar los comprobantes fiscales digitales por internet (CFDI) que expiden las estaciones de servicio al momento de la compra.
En resumen, ¿se puede deducir la compra de gasolina en México? La respuesta es sí, siempre y cuando la compra de gasolina sea indispensable para la actividad económica del contribuyente y se cuente con los comprobantes fiscales necesarios.
Conclusión
Como conclusión, la deducción de gastos en México está regulada por la Ley del ISR y del IVA. La compra de gasolina puede ser deducida si es indispensable para la actividad económica del contribuyente y se cuenta con los comprobantes fiscales necesarios. De lo contrario, el gasto de gasolina no sería deducible.