El momento que varios de nosotros hemos deseado ha llegado, de la mano del casi fin del mundo, pero es nuestra oportunidad de demostrar que podemos trabajar sin que nos estén “arreando” como bien diría mi abuelita, es un tiempo en que se demostrará quien trabaja y quien no, así como quienes tienen buenas capacidades de organización, sigue estos sencillos pasos y conviértete en el rey o reina del home office:
- ¡Aséate! O sea, sabemos que en estos días no encontrarás al amor de tu vida, pero no te pases de … listo(a), la pijama, la bermuda del América o los “chones balaceados”, no son opción.
- Considera el horario que tenías en la oficina (ajá si ajá), obviamente también considerando tus descansos, si acostumbrabas visitar al “dios de porcelana” a las 14:26 pm , eso no tiene porque cambiar, incluso puedes llevarte el cel al baño, sólo sé consciente de que en cualquier momento te pueden marcar y esos “ruidos” extraños son fáciles de reconocer.
- Haz de cuenta que estás en la “ofi”, reconoce esta gran oportunidad que la vida nos da y no estés de aprovechado, que te sales a correr, que te citas con tu crush o te vas al “pediquiurs” o peor aún, te da por explorar TIK Termina primero tus labores, y dátelo como premio.
- Si de plano sabes que eres distraído(a), no te hagas wey, sabemos que Netflix, la TV, YouTube, WhatsApp y tus demás amigos imaginarios no son buena compañía.
- Busca un sitio lo más parecido a tu lugar de trabajo, o bien, si ese lugar tan “lúgubre” no existe en tu espacio vital, encuentra un sitio iluminado y libre de distracciones.
- Identifica un lugar para distraerte, diferente al que utilizas para trabajar, si vives en un depa, sabemos que es difícil, pero no imposible, puedes trabajar en la sala y descansar en la azotea (¡ja, ja, ja!).
- Enfócate en tus tareas, sabemos que la distracción es muy tentadora, pero hazte el propósito de trabajar 45 minutos y descansar 15, de inicio será complicado, pero poco a poco te disciplinarás.
- Comparte con tu equipo tus avances; sabemos que es malacostumbrarlos, pero es una manera de que tú mismo te obligues a meterte presión.
- Este punto viene de la mano con el anterior y trata de que te mantengas en contacto con los miembros de tu equipo (aunque te ca%&n), sólo es un ratito y sólo para que estén conscientes de que sigues con vida.
- Fíjate objetivos y trabaja por ellos, una vez que cumplas el primero, será más fácil que continúes y te mantendrás motivado para seguir realizando tu chamba.